Ya en el pleno de investidura, el pasado 17 de junio, desde Esquerra dijimos que el gobierno que empezaba no nos gustaba y que había empezado de la peor manera, recordando cómo en una entrevista a un diario digital, la alcaldesa a la pregunta 'con qué partidos pueden construir acuerdos durante el mandato' respondía 'que menos con quien ha gobernado hasta ahora con todos'. Esto demuestra que el actual gobierno se ha tejido desde el rencor, y con el único punto de acuerdo de haber desgastado al gobierno del pasado mandato. Lo que ha venido en el mes posterior tampoco nos ha gustado nada.
Desde la formación del gobierno hemos visto cómo lo primero que ha hecho el nuevo consistorio, el día 19 de junio, es cambiar de ubicación el despacho de la alcaldesa, siendo un ejercicio de patrimonialización de la institución peligroso y una falta de respeto hacia el trabajo que se realizó de la configuración de espacios con el Ayuntamiento remodelado. El espacio escogido por el nuevo despacho no es otro que la sala más noble que tiene el edificio donde antes se celebraban las juntas de gobierno y donde se recibían las personalidades que nos visitaban. También hemos visto cómo el pleno de cartapacio se nos convocó de urgencia, recordemos que uno de los integrantes de este gobierno era un claro defensor de que nunca se podían llevar urgencias al pleno. Hemos visto cómo en este pleno el gobierno ha creado hasta seis plazas de cargos de confianza, que si definitivamente se ocupan supondrán el gasto de un millón de euros en el mandato con cargos de confianza. Hemos visto también cómo en la oposición se nos convocaba con cuarenta minutos de antelación por una concentración en la plaza de la villa contra un feminicidio.
Pero lo más grave es que en el caso de la ocupación de la estación hemos visto un papel inexistente del gobierno municipal y que al ser preguntados la única respuesta ha sido que esto era un problema de ADIF.
Si el presente ya nos ha parecido desesperanzador, el futuro de la ciudad nos preocupa muchísimo con la formación de ese nuevo gobierno. Esquerra nos mostramos preocupados por el desarrollo de todos los logros conseguidos en el mandato 2019-2023 y que el PSC ya anunció en campaña que los echaría atrás. A día de hoy el CUAP y el traslado del CAP-Rambla, la Escuela de Hostelería en la Nave de Can Bertrand o la moneda local 'La Rosa', son metas que tienen su futuro en duda, y que son políticas que son beneficiosas para la ciudad.
www.santfeliu.cat/erc