Para ello, ¿hemos visto cómo el PSC y sus aliados han organizado actos públicos, publicado artículos, editado boletines? en definitiva, han hecho teatro para intentar tragar su relato: 'los de antes lo hicieron muy mal, y tienen la culpa de todo'.

En este contexto, en febrero se dio cuenta del decreto de aprobación de la liquidación del presupuesto municipal de 2023, elaborado por la intervención municipal, que confirma que ni el Ayuntamiento está en situación de quiebra ni hubo mala gestión en el pasado mandato.

A 31 de diciembre de 2023 el ahorro neto del Ayuntamiento era de 728.202 euros, el remanente de tesorería era de 1.332.878,05 euros positivos, siendo el nivel de deuda del 34,4 %, muy por debajo del 75 % que marca la normativa.

El único aspecto negativo, y que incumple la ley es el plazo de pago a proveedores, que se sitúa por encima del límite legal de 30 días, cuyos datos significativos señala el informe de intervención y que, justamente, lo que pone en cuestión es la gestión del nuevo equipo de gobierno:

• 1r trimestre de 2023: 27,86 días (gobierno SFECP / ERC)
• 2º trimestre de 2023: 29,29 días (gobierno SFECP / ERC)
• 3r trimestre de 2023: 36,35 días (gobierno PSC y aliados)
• 4r trimestre de 2023: 33,27 días (gobierno PSC y aliados)

Lo que sí es cierto es que los ayuntamientos sufrimos un tratamiento financiero injusto desde los inicios de la democracia, que no se ha resuelto ni desde el Gobierno de la Generalidad ni desde el del Estado; con una financiación insuficiente y debiendo asumir muchos servicios que debería prestar la Generalitat, y que no lo hace, o lo hace de forma insuficiente.

Durante el mandato 2019-2023, además, hubo que hacer frente a una situación excepcional, debido a la declaración de la pandemia de la COVID-19, en la que los municipios tuvimos que hacer frente a la emergencia en solitario , debiendo cubrir las obligaciones de la Generalitat con las que ésta no cumplía y, después, impulsando programas para la reactivación económica y social.

Todas estas cuestiones han tensionado gravemente las finanzas locales, y nuestro Ayuntamiento no es ajeno a ello, y nos obliga a realizar un esfuerzo mayúsculo para optimizar al máximo los recursos deficitarios y garantizar la prestación de los servicios que la ciudadanía se merece.

Se acabó el tiempo del teatro, es necesario que el equipo de gobierno se ponga a gobernar pensando en el futuro de la ciudad y dejando de mirar constantemente hacia atrás y hacia la oposición, a favor de Sant Feliu.

Con estos objetivos seguro que podremos encontrar muchos retos a compartir. Y de un nuevo enfoque, trabajando acuerdos amplios, saldría reforzado el Ayuntamiento y se beneficiaría la ciudad.

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